En un entorno empresarial dinámico y exigente es fundamental para las empresas de diferentes tamaños establecer un sólido plan económico para el 2024, este plan proporciona una hoja de ruta clara y detallada que no solo guía las operaciones diarias, sino que también asegura la viabilidad y el crecimiento a largo plazo. Al trazar metas financieras claras y definir estrategias para maximizar los recursos disponibles, las PYMES pueden anticipar desafíos potenciales, aprovechar oportunidades y fortalecer su posición competitiva en el mercado.
El análisis del presupuesto para el 2024 debe tener en cuenta el incremento de gastos ocasionado por la inflación en el año 2023. La mayoría de los analistas consultados por el Banco de la República en su encuesta mensual de expectativas prevén una inflación entre el 9% y 10% al cierre de este año, y para el 2024 prevén se ubicaría entre el 4,5% y 5,5%.
En cuanto a crecimiento del PIB, la mayoría de los analistas apunta a que será inferior al 1,5% al cierre de este año con un mínimo de 1%, mientras que para el 2024 podría ubicarse entre 2,5 y 3%.
En materia de tasa de cambio, hay opiniones divididas: el 30,3% apuesta a un rango entre $4.200 y $4.300 al 31 de diciembre de este año, en tanto que un porcentaje similar vaticina que se ubicará en el rango entre $4.100 y $4.200. Para el próximo año, el rango más probable está entre $4.200 y $4.300, con un piso hasta $3.700.
Visto esto, en la fase de preparación de presupuestos para el próximo año empresarial, es importante considerar las proyecciones y estimaciones presentadas por los analistas económicos en relación con el crecimiento económico, la inflación, las tasas de interés y de cambio. Estos factores se posicionan como cimientos fundamentales para una planificación estratégica sólida, permitiendo a las empresas anticipar y adaptarse proactivamente a posibles cambios en el entorno económico.
Además de los factores económicos, las organizaciones deben estar al tanto de la regulación vigente y los requerimientos de entidades como la Supersolidaria y la DIAN en relación con el manejo de excedentes y fondos sociales. Estos aspectos normativos pueden tener un impacto directo en la gestión financiera y deben ser incorporados de manera integral en el presupuesto del 2024.
Tips para construir una buena planificación financiera
- Un presupuesto bien elaborado y exitoso incluye todos los aspectos financieros de una organización, flujo de efectivo, situación financiera y estados de resultados
- Un presupuesto efectivo debe tener en cuenta al menos un horizonte de tiempo de varios años para anticipar desafíos y oportunidades futuras, no limitarse a proyectar solo un año.
- Ten en cuenta escenarios diversos, un presupuesto debe ser flexible y considerar múltiples posibilidades, teniendo en cuenta tanto la historia pasada como los deseos y necesidades futuras.
- Hacer seguimiento continuo, el presupuesto debe ser una guía continua para la toma de decisiones y la gestión financiera.
- El presupuesto debe ser una herramienta que respalde la estrategia a largo plazo de la empresa.
Un enfoque proactivo en la planificación financiera puede proporcionar a las pymes una ventaja competitiva, permitiéndoles anticipar posibles escenarios y adaptar sus estrategias en consecuencia.
Al considerar de manera integral los diversos indicadores económicos y su impacto potencial en las operaciones comerciales, las empresas pueden tomar decisiones informadas y bien fundamentadas, fortaleciendo así su posición en el mercado y preparándose para enfrentar con confianza los desafíos financieros y económicos en el próximo año.