En la actualidad, la inclusión financiera se constituye como un pilar fundamental para el desarrollo integral de Colombia. Con una tasa de acceso a financiamiento del 92.1%, según el reporte de la Banca de las Oportunidades, el país ha logrado avances significativos en el acceso a soluciones financieras para la mayoría de sus ciudadanos. Natalia Gómez experta en modelos de negocio orientados a la inclusión financiera nos cuenta como se ha alcanzado esta cifra y los retos actuales para mejorarla.
Hace dos décadas, en Colombia, la inclusión financiera no era una realidad para todas las personas y empresas; por ejemplo, tener una cuenta de ahorros no era el común denominador, sobre todo en contextos rurales o vulnerables. Sin embargo, con el paso del tiempo, las tecnologías digitales avanzaron, al igual que las políticas de gobierno que buscaban que la gran mayoría de colombianos tuvieran acceso a soluciones financieras. Todo esto, sumado a los esfuerzos del sector bancario, hizo posible la integración de soluciones más cercanas y robustas para todos. Los resultados de este avance son incalculables.
A nivel empresarial, la inclusión financiera permite la apertura a nuevas oportunidades de negocio, lo que genera un efecto multiplicador en el crecimiento económico sin el limitante del capital propio, por encima de sus posibilidades de base, tanto a nivel del negocio como del mercado. Por lo anterior y por otros factores adicionales, expresa Natalia Gómez “la correlación que hay entre los niveles de acceso a financiamiento de un país y el crecimiento económico es realmente enorme”.
Aunque la cifra de inclusión es satisfactoria, todavía siguen existiendo múltiples retos para el país: la educación financiera de la población y las oportunidades financieras más adaptadas a las necesidades. Para los expertos, los grupos poblacionales que deben ser atendidos y entendidos en su día a día financiero son:
- La población rural que garantiza la seguridad alimentaria, una mayor equidad y el crecimiento estratégico.
- Las mujeres con impacto en la cadena de sus familias y comunidades.
- Los adultos mayores que no reciben en la actualidad o no recibieron en su edad productiva soluciones financieras a su medida.
- La población migrante, para que acceda a servicios financieros formales y, así, logre la integración a nuestro aparato productivo.
En Colombia se ha avanzado mucho en la investigación sobre el impacto del acceso financiero en las personas, familias, comunidades y empresas. Estos son los principales hallazgos:
• Poder aprovechar o materializar oportunidades económicas.
• Tener canales y medios de pago para ganar capacidad vigilada y regulada.
• Enfrentar dificultades coyunturales, sin necesidad de afectar el patrimonio.
• Permitir nuevos ingresos y accesos a créditos en sanas condiciones.
• Reducir el mercado del crédito informal, que tiene otros impactos negativos en la economía del país
¿Cómo mitigar las brechas de inclusión financiera?
1. Generar empleo formal
Este contrarresta la poca o nula trazabilidad del sistema de pagos y recaudo formal ¡Vale la pena emplear a tu personal formalmente!
2. Adelantar procesos de educación financiera
Los empresarios, en su rol de empleadores y de cara a los grupos de interés, pueden involucrar contenidos para que las personas y las familias mejoren su entendimiento básico.
3. Cercanía con los proveedores
Con quien generes relaciones de negocios, asegurar que tengan prácticas alienadas con el empleo formal.
Abrirle la puerta a la inclusión financiera y sus diferentes soluciones como las fintech o los productos ajustados a las nuevas necesidades descubiertas, es aportarle al crecimiento económico del país de manera democrática, pues un acceso más equitativo para quien esté en el campo o en la ciudad es sinónimo de avance en todas las direcciones.