El director de la Cámara de Emprendimiento y Aceleración de la ANDI, Andrés Raigosa, afirma para revista Factor que, es hora de deshipotecarle el futuro a la política, de dejar de pensar en que las palabras y los discursos de los dirigentes están los sueños de la sociedad. Este es el mejor momento, justo ahora, para hacer cosas significativas: para comenzar un viaje colectivo y ¿por qué no uno más parecido al del siglo XXI? Con propósitos claros para lo que viene.
Estamos de cuando en cuando atravesando momentos inciertos: los vientos de crisis fortalecen y las condiciones parecen complicarse en todos los escenarios. Es como si siempre estuviéramos a prueba: esto nos lleva a tomar decisiones todos los días, y, a veces, estas decisiones nos toman a nosotros.
Por eso, es momento de promover acciones pensando en que somos los protagonistas de una historia y que tomar el timón requiere no solo de valentía, sino de cierta visión. Es decir, deberíamos renunciar a las predicciones y sumarnos a la preparación.
Estudiar el futuro nos lleva a pensar y a actuar desde el presente. “Las empresas con las que me encuentro todos los días me han enseñado algo fundamental: han triunfado, crecido y desarrollado soluciones y negocios en tiempos en los que los demás suelen estancarse” Andres Raigosa.
Esto, lo han logrado porque han descifrado, el contexto mundial y nacional no solo hay que estar preparados para los cambios contastes, sino para crecer en medio de los datos, señales e indicios que nos dejan las tendencias. Estas empresas son futuristas y están entre nosotros.
¿Cómo lograrlo?
Si podemos navegar entre la incertidumbre, podremos visualizar diferentes tipos de futuros: posibles, probables, deseables O Utópicos.
Por eso, si construimos equipos de trabajo con talentos para enfrentar estas posibles realidades, colectivos de personas diversas, esto nos permitirá actuar cuando ese futuro se manifieste.
Una aproximación valiosa es la de Jim Dator, profesor y directos del centro de investigación de estudios de futuros de Hawai. Como resulto de sus análisis propuso cuatro arquetipos, que comprendió tras estudiar tendencias:
- Crecimiento continuado: en el que extendemos hacia adelante lo que viene sucediendo en el presente, con los datos o proyecciones disponibles.
- Escenario en el que hay poner límites: quizás estemos yendo por el camino equivocado no podemos dejar todo a la suerte.
- Declive o colapso de la civilización: por razones propias o ajenas
- Una sociedad transformadora y de crecimiento: en la que nuestra especie encuentra “algo” que nos permite crecer súbitamente.
Ahí, radica la importancia de estudiar los futuros posibles esto nos lleva a pensar y actuar desde el presente.
El escritor, Jorge Luisa Borges decía: “El futuro no es lo que va a pasar, si no lo que vamos a hacer”. Por eso, es el momento de sentarnos a diseñar que haremos cuando estos escenarios se concreten. Prepararnos como empresas para adaptarnos, aprender y crecer en todos los ambientes. Es un buen momento para actuar.