el factoring juega un papel fundamental para las pymes del país.¿Sabes cuántas empresas se crearon en Colombia, en el primer semestre de 2023? Más de 164.000, según un informe de Confecámaras. Por eso tienen un papel crucial en la economía no solo de Colombia, sino también en todo el mundo.
Las pymes representan el 50% del Producto Interno Bruto (PIB) y están detrás de más del 60% del empleo y del 90% del tejido empresarial, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En algunas zonas, este porcentaje es aún más alto: en América Latina las pequeñas y medianas empresas representan el 99,5% y generan desarrollo económico y empleo, así como el fortalecimiento de las balanzas comerciales y la capacidad de innovación.
Sin embargo, este tipo de empresas tienen necesidades relacionadas con la tecnificación de sus procesos, la profesionalización de su mano de obra, la alta competencia y la falta de opciones de financiación que les generen liquidez.
Por esta razón, hoy, más pymes cambian el crédito por el factoring 100% digital. El cambio es ahora y el futuro se construye tomando decisiones a tiempo, en un presente lleno de nuevas oportunidades.
Del Crédito al Factoring
La creación de la fintech o empresas financieras de base tecnológica ha crecido exponencialmente en la última década, gracias al desarrollo y a la evolución de tecnologías como Blockchain, inteligencia artificial, big data y almacenamiento en la nube. Así mismo, las medidas de distanciamiento social impuestas durante la pandemia por COVID 19 impulsaron su crecimiento al favorecer las transacciones sin contacto.
Entre 2020 y 2021, en Colombia, la creación de las fintech y las descargas de aplicaciones de este tipo aumentaron un 0%. Por su parte, el 76% de los habitantes del país utilizaban este tipo de herramientas para muchas de sus operaciones según la organización Colombia Fintech.
La automatización de procesos e innovadores modelos de negocio de este sector ha transformado la manera en que personas y empresas, de todos los tamaños, acceden a recursos y oportunidades de inversión, realizan pagos y llevan el control de sus finanzas.
Este panorama ha permitido que productos ya existentes como los créditos, los seguros y el factoring mismo sean más ágiles. Además, ha impulsado la creación de billeteras electrónicas, y el manejo de activo digitales como los Tokens y las criptomonedas.
Las fintech tienen un impacto social importante: en parte, porque permiten ampliar el acceso a los servicios financieros para más personas, emprendedores y pymes, incluso en regiones remotas; y, por otra parte, porque el aumento en las empresas que presenta este tipo de servicios implica una mayor competencia, lo que beneficia a sus usuarios con mejores tasas de interés, agilidad en el servicio y flexibilidad en los requisitos, todo esto en comparación con la banca tradicional.
Ahora, el gran reto de las fintech es democratizar el servicio del factoring, para que este se convierta en una herramienta que potencie la inclusión financiera de las empresas medianas y pequeñas del país; este servicio debe convertirse en una oportunidad para aquellos que hoy no cuentan con la liquidez suficiente para seguir creciendo su negocio.
Un aspecto clave de esta nueva oferta es que no afectará la capacidad de endeudamiento de las empresas emisoras de la factura, pues se basa en la capacidad del pagador y elimina la carga de esperar plazos de pago largos.
Cabe señalar que el tamaño del mercado mundial de servicios de factoring se valoró en US$3.566 millones en 2022 y se espera que crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta del 9,2% entre 2023 y 2030, debido a la creciente necesidad de fuentes alternativas de financiación para las micro y pequeñas y medianas empresas, señala un informe de la consultora Grand View Research.