Juan Luis Botero – CEO ConTreebute
La pérdida de biodiversidad, la crisis climática, las violaciones a los derechos humanos, la polarización, la corrupción desbordada y las enormes brechas en diversidad, equidad e inclusión son problemáticas actuales que se evidencian en casi todos los lugares del mundo. Estas hacen imperativo el trabajo en la búsqueda conjunta de soluciones por parte de los diferentes actores públicos y privados, al igual que el compromiso de cada uno de los habitantes del planeta. Estos, y algunos otros retos, se definen en las metas de la agenda global, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es importante comprender la importancia que tienen las pequeñas y medianas empresas en este contexto.
Según la ONU, más del 90% de las empresas del mundo son pymes y estas representan más del 70% del empleo mundial, generando más del 50% del PIB global. Las pymes forman una parte fundamental de las cadenas de suministro de todas las industrias y son actores claves en el ecosistema de innovación empresarial. A partir de estos datos, podemos darnos cuenta del papel crítico que juegan las pymes en el entorno económico y social; y, por lo tanto, la responsabilidad que tienen en la solución de las problemáticas de la humanidad.
Las pequeñas y medianas empresas deben enfocar sus esfuerzos en sobrevivir a los cambios del entorno macroeconómico, donde las altas tasas de interés y la inflación creciente ponen a prueba los modelos de negocio y extinguen las rentabilidades estimadas. Sobrevivir para sobrellevar el dinamismo del mercado, en el que siempre hay nuevos competidores, locales o extranjeros, con propuestas de valor diferenciadas y, en muchas oportunidades, con mayores niveles de inversión. Sobrevivir a los cambios en la regulación, en la cual cada vez hay mayores exigencias, normativas e impuestos, que implican la implementación de nuevas prácticas y, posiblemente, de cambios en la forma de operar.
Estas son algunas de las realidades que viven las pymes en Colombia y en cualquier país, en la actualidad; sin embargo, todos los días estas se enfrentan a enormes oportunidades de crecimiento, diversificación y expansión. Para esto, es necesario tener un gran liderazgo, una mentalidad de crecimiento y una estrategia clara que les permita identificar las capacidades de su propia organización, definir en cuáles mercados pueden ganar y a través de qué propuestas de valor van a lograr los objetivos. Y, es precisamente ahí, donde la sostenibilidad juega un papel trascendental.
Para esto, es necesario definir la sostenibilidad, desde una perspectiva de negocio: esta es la capacidad que tienen las organizaciones de maximizar el valor que les ofrecen a todos los grupos de interés. En este sentido, el principal reto para garantizar su supervivencia en el tiempo y poder continuar creciendo y expandiendo sus fronteras es integrar la sostenibilidad en su estrategia de negocio, pensar en todos los grupos de interés relacionados con su compañía, definir cómo darle valor a la relación con cada uno de ellos y, por supuesto, pensar en sus clientes, empleados y accionistas, sin descuidar a sus proveedores, a las comunidades vecinas, a las familias de sus colaboradores, al medioambiente, a los medios de comunicación, a sus competidores, entre otros.
Razones por las que una pyme debe incorporar la sostenibilidad en su agenda de trabajo
- Acceso a nuevos mercados. Al ser las pymes un eslabón importante en la cadena de valor de las grandes compañías, son estas precisamente las que están buscando aliados que incorporen los temas ambientales, sociales y económicos en sus prácticas cotidianas, pues necesitan proveedores que les ayuden a cumplir sus normativas.
- Atracción y retención de talento. Está demostrado que todos preferimos trabajar en una compañía que apueste decididamente por una adecuada gestión ambiental, que trabaje mancomunadamente con las comunidades y que promueva la diversidad, la inclusión y la equidad en sus actividades diarias
- Acceder a nuevas fuentes de financiación e inversión. Actualmente, los proveedores de capital financiero están yendo tras la búsqueda de compañías, proyectos e inversiones que tengan en cuenta los criterios ESG (ambientales, sociales y económicos, por sus siglas en inglés). La agenda de sostenibilidad en el mundo está cogiendo mucho dinamismo, jalonada por estos actores que están ofreciendo capital en mejores condiciones si se cumplen ciertos indicadores o metas asociadas a la sostenibilidad.
- Capacidad de anticiparse a los cambios regulatorios o del mercado. Ir siempre un paso adelante. La sostenibilidad puede asociarse a un ejercicio de riesgos y oportunidades, donde se consideran los aspectos ambientales, sociales y económicos, que pueden afectar o comprometer el crecimiento e incluso la supervivencia de una organización en el tiempo. Cuando las compañías analizan los posibles riesgos u oportunidades que tienen en el corto, mediano y largo plazo, aunque pueden equivocarse, también esto les permite preveer situaciones y actuar de manera ágil frente a las amenazas.
Actualmente las empresas afrontan varios dilemas en su gestión, como navegar entre los resultados a corto plazo, frente a los objetivos y las metas a largo plazo; y entregar los resultados que esperan los accionistas, sin descuidar el valor que le deben ofrecer a los demás grupos de interés. Estos dilemas en las pymes son aún más extremos, pero es ahí en donde un enfoque en sostenibilidad les permite poner su atención en los asuntos que son materiales para sus stakeholders y lograr dirimir el permanente conflicto que hay entre sobrevivir y tener una propuesta de valor diferenciada, a través de la cual el mercado reconozca su capacidad de resolver problemas reales, mientras está contribuyendo al logro de los objetivos que enfrenta la humanidad.